
Radiográfica Costarricense (Racsa, empresa del Grupo ICE), ha instalado recientemente 12 radiobases WiMAX en el Gran Área Metropolitana de Costa Rica. La infraestructura –que demandó una inversión de tres millones de dólares- inicialmente tendrá capacidad para hasta 20.000 conexiones, pero de aquí a cuatro años, la empresa prevé contar con entre 75.000 y 80.000 enlaces WiMAX, y espera también ofrecer la tecnología en su versión móvil. Víctor Venegas (V.V.), director de proyectos, y Max Bravo (M.B.), líder del proyecto WiMAX, explicaron a TeleSemana los alcances de esta iniciativa.
¿Por qué Racsa ha elegido la versión fija de WiMAX y no la móvil? ¿Planean desplegar la versión móvil en el corto plazo?
V. V.: Elegimos la tecnología WiMAX de Alvarion en la modalidad TDD (Time Division Duplexing) con la capacidad de poder manejar sistemas fijos y móviles. Aunque todavía no está listo el estándar para móvil, esta plataforma tiene la capacidad de poder hacerle un upgrade crossover y quedar lista para móvil. Ésa es la intención para el próximo año, año y medio. Estamos esperando que en el mercado se presenten los CPEs para permitir la modalidad. Quedarnos sólo en la parte fija sería renunciar a un mercado que está ahí, latente, y eso no lo queremos.
¿En qué banda espectral utilizan esta red?
V. V.: 3,5 GHz; de 3,4 GHz a 3,6 GHz. Tenemos la administración de 100 MHz en esta banda, que creemos suficiente para desplegar en todo el país, aunque estamos iniciando sólo con la parte central del valle acá en Costa Rica.
¿Cuáles son las principales ventajas que vieron en WiMAX para el caso de Costa Rica?
V. V.: Costa Rica posee un valle central, y muchas estribaciones de montañas que hacen que el país esté cortado o dividido en valles o pequeñas áreas. Para conectar de un lugar a otro, el despliegue de cobre o cablemódem no va al ritmo deseado para una ciudad que es plana. Además, el crecimiento habitacional o empresarial no es hacia arriba, en edificios, sino que la gente se va alejando de los centros urbanos y va demandando una serie de servicios que no están disponibles ahí. Con cobre y cablemódem, se puede llegar, pero lento y a un alto costo. WiMAX viene a suplir estas tecnologías para satisfacer estas necesidades.
Max Castro: Es más rápido, las estaciones bases se pueden instalar en una semana, y también el CPE del cliente, que se instala en menos de un día.
¿Teniendo en cuenta esta geografía, cómo se ha comportado la tecnología?
V. V.: Tiene sus pro y sus contra. Nos permite irradiar desde los cerros y montañas mucho más fácil. A la vez, ciertas construcciones también ayudan como elementos pasivos para redireccionar la señal cuando no hay línea de vista. Obviamente hay que ir siguiendo un diseño de red para llegar más cerca del cliente y así darle un mejor servicio, mejor ancho de banda y tiempo de respuesta.
M. C.: Posteriormente, para aportar movilidad, se deberán duplicar las estaciones bases, porque ya con dispositivos más pequeños, ganancias más pequeñas, tienen que estar más cerca de una celda para tener buena conectividad. Para ofrecer un buen servicio con movilidad de alta calidad, sí hay que ir incrementando la densidad de estaciones base.
V. V.: Esto es cierto. Porque ahora los radios de cobertura a los que estamos apostando es de cuatro kilómetros por cada radiobase. Para movilidad hay que reducir este radio.
M. C.: Los ocho kilómetros entre dos radiobases es una estrategia de diseño. Porque con esta tecnología se puede tener alcance de 20 kilómetros. Es más una estrategia de desarrollo, para garantizar que un cliente pueda tener a futuro velocidades de 4, Mbps 6 Mbps, 8 Mbps. Con clientes a 20 kilómetros no se podrían dar estas capacidades.
¿Por qué eligieron a Alvarion frente a otros proveedores?
V. V.: Nosotros definimos los parámetros técnicos y todos cumplían las condiciones. Básicamente, fue por mejor precio, en ese momento.
¿Tienen previsto incorporar a nuevos proveedores a futuro?
V. V.: Cuando empezamos este proceso, se presentaron cuatro oferentes que estaban liderando el mercado: los canadienses SR Telecom, Redline, Siemens, y Alvarion. Ahora, conforme se va viendo la posibilidad de desarrollo y homologación aparecen otros, que esperamos que lleguen para que se homologuen CPEs y estaciones base para que puedan darnos mejor precio y una mejor cobertura de red. De momento estamos con Alvarion pero la idea no es quedarnos ahí. La idea es que de aquí a un año, una vez se certifiquen otros fabricantes, poder agregar otros elementos de otros proveedores.
La homologación tiende a reducir los precios tanto de infraestructura de radiobase como los CPEs, que es la barrera de entrada.
¿Planean extender la cobertura hacia las áreas rurales para aprovechar el alcance de WiMAX? ¿Cuál es la estrategia de expansión?
V. V.: Claro que sí, nosotros estamos concentrados durante este año en fortalecer la Gran Área Metropolitana (GAM) en el valle central, con la intención de, a fines de añ0, ir tomando ese mercado fuera del GAM para llegar de aquí a unos tres o cuatro años a alrededor de 75.000 ó 80.000 usuarios inalámbricos. Eso es una acción conjunta de desplegar WiMAX con ir creando y fortaleciendo los medios de transporte como la fibra óptica.
¿Tienen alguna proyección del rol de WiMAX a futuro en cuanto a composición de usuarios? ¿Qué proporción de suscriptores de banda ancha provendrá a futuro de esta red, en relación con las otras tecnologías que operan?
V. V.: Como estamos empezando este año a desplegar masivamente, la idea es llegar a entre 4.000 y 5.000 usuarios este año, y saltar a entre 10.000 y 12.000 el próximo año. De ahí comienza un crecimiento acelerado para llegar en todo el país, en los próximos cuatro años y medio, a 75.000 conexiones.
El crecimiento de los usuarios va a ser favorecido por el descenso en los precios de los CPEs. Ahora, un CPE fijo ronda los 500 dólares. Uno portátil cuesta aproximadamente 650 dólares. La idea es que de aquí a dos o tres años ese precio se reduzca a la mitad, y que permita un despliegue masivo.
¿A qué precio debe estar un CPE WiMAX para que sea competitivo con otras tecnologías?
V. V.: Hoy un CPE de cablemódem está debajo de los 200 dólares, hacia eso tenemos que ir. De los 500 tenemos que llegar a 200 y menos, para que sea un despliegue masivo y competitivo.
Ustedes de momento lo están ofreciendo en alquiler por una renta mensual…
V. V.: Es correcto, lo probamos con un piloto hace cerca de un año y medio, cuando dejamos la posibilidad de comprar o arrendar el equipo, y fue una barrera de entrada muy grande. Entonces decidimos ofrecerlo dentro de la tarifa y ahí diluimos el precio del CPE.
¿Tienen planeado lanzar otros servicios además de acceso a Internet? ¿Pueden ofrecer telefonía IP, la regulación lo permite?
V. V.: Sí, si lo permite. Hay dos entidades que tienen una concesión de telefonía. Una es el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), y Racsa, que pertenece al Grupo ICE. Entonces estamos en forma paralela, tratando de agregar algunos elementos en centrales IP a nuestros equipos para poder llevar algún tipo de telefonía IP a través de los enlaces WiMAX.
La intención es llegar al cliente y decirle: “aquí tiene su enlace WiMAX, aquí tiene Internet, y aquí tiene un teléfono, o dos teléfonos”. Y dejar abierto este camino para que ellos puedan acceder luego a otros tipos de aplicaciones. Video en demanda, con un ancho de banda medio, y otros tipos de servicios que puedan ser servidos por un CPE a 2 Mbps en promedio, a un buen tiempo, sin retrasos.
¿Planean comercializar servicios con otros tipos de dispositivos?
V. V.: Nuestra intención es integrar a nuestra oferta en el futuro, además de los CPEs fijos, un tipo de CPE que es más portátil, del tamaño de un parlante de PC y permite llevarlo de un lado a otro. Y estamos tratando de coordinar con Alvarion pruebas de una tarjeta de acceso PCMCIA.
Además de WiMAX, Racsa ofrece banda ancha por cablemódem, en asociación con Cable Tica y con Amnet.
V. V.: Exactamente, y ahora estamos tratando de incorporar a más proveedores de cablemódem en algunas áreas del valle central y también fuera de esta zona.
¿Cómo afecta el proyecto WiMAX a las operaciones en cablemódem?
V. V.: La idea es que WiMAX sea complementario a los demás servicios. De hecho, hay mercado para desarrollar 75.000 ó 80.000 accesos WiMAX sin afectar grandemente el mercado en cablemódem.
¿Qué planes tienen para cablemódem durante 2008?
V. V.: Desde el punto de vista de empresas, no sólo quedarnos con Cable Tica y Amnet, sino llegar a dos o tres cableras más que hagan desarrollos en su red. Y crecer, actualmente tenemos unos 120.000 clientes cablemódem, queremos llevarlos al doble, en cuatro años.
¿Y los accesos conmutados?
V. V.: Empezamos en el 93, 94, con dial up y todavía se mantiene. Creo que se va a mantener mucho tiempo, para ciertas necesidades básicas de algunos clientes. VA en retroceso, pero hay una cantidad que se va a mantener, y que si mejoramos un poco la calidad a ese acceso conmutado, habrá clientes que se mantengan para un uso básico de Internet.
¿Qué proyectos existen hoy en Racsa para la ampliación de la banda ancha?
V. V.: Con cablemódem y WiMAX se puede llegar al cliente con velocidades de 6 Mpbs ó 8 Mbps. Pero cuando el cliente quiere nuevos servicios, como telefonía, televisión, juegos, etc, ya hay que llegar a las casas con 10 Mbps ó 20 Mbps. Por eso estamos modelando un negocio para llegar a unos 300.000 usuarios con fibra óptica a la casa. Eso nos va a llevar unos cinco o seis años. Pero ésa es la tendencia.
¿Cómo ve el mercado de banda ancha de Costa Rica en general?
V. V.: Esta aquí, latente. Es un mercado insaciable. Nos va a demorar el despliegue de infraestructura, llegar a donde están los clientes, que están dispersos. Hay que hacer un diseño muy bueno para cubrirlos a un cierto costo, que es al final lo que nos puede imponer el ritmo de despliegue.
La apertura de las telecomunicaciones, ¿cómo podría impactar en el negocio de banda ancha de Racsa?
V. V.: Personalmente, creo que debemos estar preparados de aquí a dos años, para cualquier empresa que venga a competir en el país. Creemos que el que venga de fuera a competir va a hacerlo en la parte inalámbrica. Y con cierta estrategia de aliarse con algún actor nacional para hacer un despliegue más rápido. Por eso estamos apostando a este tipo de soluciones. Para que de aquí a dos años, que es lo que puede tomar la adopción de leyes y su instrumentación para la apertura, estemos preparados y ubicados. Se ha estimado que en Costa Rica hay dos o tres veces más mercados del que hay actualmente, ya tomado.
¿Por qué han elegido WiMAX y no otra tecnología de acceso, como por ejemplo, CDMA 450?
M. C.: Básicamente, en el caso Racsa es que no es un operador celular. Tecnologías como CDMA 450 o similares serían más naturales para instituciones con redes celulares. Racsa no las tiene, así que era más práctico apostar a una tecnología que ya está desarrollada, con dispositivos que pueden dar 4 Mbps ó 6 Mbps. Nosotros no ganábamos nada con eso, son tecnologías que están ofreciendo velocidades efectivas menores a las que puede ofrecer WiMAX. Además, abre una expectativa en la parte móvil también, a pesar de que los dispositivos estarán a largo plazo, es una expectativa de negocio, y ya el negocio con el fijo se garantiza, por lo cual la movilidad será un valor agregado que se dará en la red.
¿Por qué Racsa ha elegido la versión fija de WiMAX y no la móvil? ¿Planean desplegar la versión móvil en el corto plazo?
V. V.: Elegimos la tecnología WiMAX de Alvarion en la modalidad TDD (Time Division Duplexing) con la capacidad de poder manejar sistemas fijos y móviles. Aunque todavía no está listo el estándar para móvil, esta plataforma tiene la capacidad de poder hacerle un upgrade crossover y quedar lista para móvil. Ésa es la intención para el próximo año, año y medio. Estamos esperando que en el mercado se presenten los CPEs para permitir la modalidad. Quedarnos sólo en la parte fija sería renunciar a un mercado que está ahí, latente, y eso no lo queremos.
¿En qué banda espectral utilizan esta red?
V. V.: 3,5 GHz; de 3,4 GHz a 3,6 GHz. Tenemos la administración de 100 MHz en esta banda, que creemos suficiente para desplegar en todo el país, aunque estamos iniciando sólo con la parte central del valle acá en Costa Rica.
¿Cuáles son las principales ventajas que vieron en WiMAX para el caso de Costa Rica?
V. V.: Costa Rica posee un valle central, y muchas estribaciones de montañas que hacen que el país esté cortado o dividido en valles o pequeñas áreas. Para conectar de un lugar a otro, el despliegue de cobre o cablemódem no va al ritmo deseado para una ciudad que es plana. Además, el crecimiento habitacional o empresarial no es hacia arriba, en edificios, sino que la gente se va alejando de los centros urbanos y va demandando una serie de servicios que no están disponibles ahí. Con cobre y cablemódem, se puede llegar, pero lento y a un alto costo. WiMAX viene a suplir estas tecnologías para satisfacer estas necesidades.
Max Castro: Es más rápido, las estaciones bases se pueden instalar en una semana, y también el CPE del cliente, que se instala en menos de un día.
¿Teniendo en cuenta esta geografía, cómo se ha comportado la tecnología?
V. V.: Tiene sus pro y sus contra. Nos permite irradiar desde los cerros y montañas mucho más fácil. A la vez, ciertas construcciones también ayudan como elementos pasivos para redireccionar la señal cuando no hay línea de vista. Obviamente hay que ir siguiendo un diseño de red para llegar más cerca del cliente y así darle un mejor servicio, mejor ancho de banda y tiempo de respuesta.
M. C.: Posteriormente, para aportar movilidad, se deberán duplicar las estaciones bases, porque ya con dispositivos más pequeños, ganancias más pequeñas, tienen que estar más cerca de una celda para tener buena conectividad. Para ofrecer un buen servicio con movilidad de alta calidad, sí hay que ir incrementando la densidad de estaciones base.
V. V.: Esto es cierto. Porque ahora los radios de cobertura a los que estamos apostando es de cuatro kilómetros por cada radiobase. Para movilidad hay que reducir este radio.
M. C.: Los ocho kilómetros entre dos radiobases es una estrategia de diseño. Porque con esta tecnología se puede tener alcance de 20 kilómetros. Es más una estrategia de desarrollo, para garantizar que un cliente pueda tener a futuro velocidades de 4, Mbps 6 Mbps, 8 Mbps. Con clientes a 20 kilómetros no se podrían dar estas capacidades.
¿Por qué eligieron a Alvarion frente a otros proveedores?
V. V.: Nosotros definimos los parámetros técnicos y todos cumplían las condiciones. Básicamente, fue por mejor precio, en ese momento.
¿Tienen previsto incorporar a nuevos proveedores a futuro?
V. V.: Cuando empezamos este proceso, se presentaron cuatro oferentes que estaban liderando el mercado: los canadienses SR Telecom, Redline, Siemens, y Alvarion. Ahora, conforme se va viendo la posibilidad de desarrollo y homologación aparecen otros, que esperamos que lleguen para que se homologuen CPEs y estaciones base para que puedan darnos mejor precio y una mejor cobertura de red. De momento estamos con Alvarion pero la idea no es quedarnos ahí. La idea es que de aquí a un año, una vez se certifiquen otros fabricantes, poder agregar otros elementos de otros proveedores.
La homologación tiende a reducir los precios tanto de infraestructura de radiobase como los CPEs, que es la barrera de entrada.
¿Planean extender la cobertura hacia las áreas rurales para aprovechar el alcance de WiMAX? ¿Cuál es la estrategia de expansión?
V. V.: Claro que sí, nosotros estamos concentrados durante este año en fortalecer la Gran Área Metropolitana (GAM) en el valle central, con la intención de, a fines de añ0, ir tomando ese mercado fuera del GAM para llegar de aquí a unos tres o cuatro años a alrededor de 75.000 ó 80.000 usuarios inalámbricos. Eso es una acción conjunta de desplegar WiMAX con ir creando y fortaleciendo los medios de transporte como la fibra óptica.
¿Tienen alguna proyección del rol de WiMAX a futuro en cuanto a composición de usuarios? ¿Qué proporción de suscriptores de banda ancha provendrá a futuro de esta red, en relación con las otras tecnologías que operan?
V. V.: Como estamos empezando este año a desplegar masivamente, la idea es llegar a entre 4.000 y 5.000 usuarios este año, y saltar a entre 10.000 y 12.000 el próximo año. De ahí comienza un crecimiento acelerado para llegar en todo el país, en los próximos cuatro años y medio, a 75.000 conexiones.
El crecimiento de los usuarios va a ser favorecido por el descenso en los precios de los CPEs. Ahora, un CPE fijo ronda los 500 dólares. Uno portátil cuesta aproximadamente 650 dólares. La idea es que de aquí a dos o tres años ese precio se reduzca a la mitad, y que permita un despliegue masivo.
¿A qué precio debe estar un CPE WiMAX para que sea competitivo con otras tecnologías?
V. V.: Hoy un CPE de cablemódem está debajo de los 200 dólares, hacia eso tenemos que ir. De los 500 tenemos que llegar a 200 y menos, para que sea un despliegue masivo y competitivo.
Ustedes de momento lo están ofreciendo en alquiler por una renta mensual…
V. V.: Es correcto, lo probamos con un piloto hace cerca de un año y medio, cuando dejamos la posibilidad de comprar o arrendar el equipo, y fue una barrera de entrada muy grande. Entonces decidimos ofrecerlo dentro de la tarifa y ahí diluimos el precio del CPE.
¿Tienen planeado lanzar otros servicios además de acceso a Internet? ¿Pueden ofrecer telefonía IP, la regulación lo permite?
V. V.: Sí, si lo permite. Hay dos entidades que tienen una concesión de telefonía. Una es el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), y Racsa, que pertenece al Grupo ICE. Entonces estamos en forma paralela, tratando de agregar algunos elementos en centrales IP a nuestros equipos para poder llevar algún tipo de telefonía IP a través de los enlaces WiMAX.
La intención es llegar al cliente y decirle: “aquí tiene su enlace WiMAX, aquí tiene Internet, y aquí tiene un teléfono, o dos teléfonos”. Y dejar abierto este camino para que ellos puedan acceder luego a otros tipos de aplicaciones. Video en demanda, con un ancho de banda medio, y otros tipos de servicios que puedan ser servidos por un CPE a 2 Mbps en promedio, a un buen tiempo, sin retrasos.
¿Planean comercializar servicios con otros tipos de dispositivos?
V. V.: Nuestra intención es integrar a nuestra oferta en el futuro, además de los CPEs fijos, un tipo de CPE que es más portátil, del tamaño de un parlante de PC y permite llevarlo de un lado a otro. Y estamos tratando de coordinar con Alvarion pruebas de una tarjeta de acceso PCMCIA.
Además de WiMAX, Racsa ofrece banda ancha por cablemódem, en asociación con Cable Tica y con Amnet.
V. V.: Exactamente, y ahora estamos tratando de incorporar a más proveedores de cablemódem en algunas áreas del valle central y también fuera de esta zona.
¿Cómo afecta el proyecto WiMAX a las operaciones en cablemódem?
V. V.: La idea es que WiMAX sea complementario a los demás servicios. De hecho, hay mercado para desarrollar 75.000 ó 80.000 accesos WiMAX sin afectar grandemente el mercado en cablemódem.
¿Qué planes tienen para cablemódem durante 2008?
V. V.: Desde el punto de vista de empresas, no sólo quedarnos con Cable Tica y Amnet, sino llegar a dos o tres cableras más que hagan desarrollos en su red. Y crecer, actualmente tenemos unos 120.000 clientes cablemódem, queremos llevarlos al doble, en cuatro años.
¿Y los accesos conmutados?
V. V.: Empezamos en el 93, 94, con dial up y todavía se mantiene. Creo que se va a mantener mucho tiempo, para ciertas necesidades básicas de algunos clientes. VA en retroceso, pero hay una cantidad que se va a mantener, y que si mejoramos un poco la calidad a ese acceso conmutado, habrá clientes que se mantengan para un uso básico de Internet.
¿Qué proyectos existen hoy en Racsa para la ampliación de la banda ancha?
V. V.: Con cablemódem y WiMAX se puede llegar al cliente con velocidades de 6 Mpbs ó 8 Mbps. Pero cuando el cliente quiere nuevos servicios, como telefonía, televisión, juegos, etc, ya hay que llegar a las casas con 10 Mbps ó 20 Mbps. Por eso estamos modelando un negocio para llegar a unos 300.000 usuarios con fibra óptica a la casa. Eso nos va a llevar unos cinco o seis años. Pero ésa es la tendencia.
¿Cómo ve el mercado de banda ancha de Costa Rica en general?
V. V.: Esta aquí, latente. Es un mercado insaciable. Nos va a demorar el despliegue de infraestructura, llegar a donde están los clientes, que están dispersos. Hay que hacer un diseño muy bueno para cubrirlos a un cierto costo, que es al final lo que nos puede imponer el ritmo de despliegue.
La apertura de las telecomunicaciones, ¿cómo podría impactar en el negocio de banda ancha de Racsa?
V. V.: Personalmente, creo que debemos estar preparados de aquí a dos años, para cualquier empresa que venga a competir en el país. Creemos que el que venga de fuera a competir va a hacerlo en la parte inalámbrica. Y con cierta estrategia de aliarse con algún actor nacional para hacer un despliegue más rápido. Por eso estamos apostando a este tipo de soluciones. Para que de aquí a dos años, que es lo que puede tomar la adopción de leyes y su instrumentación para la apertura, estemos preparados y ubicados. Se ha estimado que en Costa Rica hay dos o tres veces más mercados del que hay actualmente, ya tomado.
¿Por qué han elegido WiMAX y no otra tecnología de acceso, como por ejemplo, CDMA 450?
M. C.: Básicamente, en el caso Racsa es que no es un operador celular. Tecnologías como CDMA 450 o similares serían más naturales para instituciones con redes celulares. Racsa no las tiene, así que era más práctico apostar a una tecnología que ya está desarrollada, con dispositivos que pueden dar 4 Mbps ó 6 Mbps. Nosotros no ganábamos nada con eso, son tecnologías que están ofreciendo velocidades efectivas menores a las que puede ofrecer WiMAX. Además, abre una expectativa en la parte móvil también, a pesar de que los dispositivos estarán a largo plazo, es una expectativa de negocio, y ya el negocio con el fijo se garantiza, por lo cual la movilidad será un valor agregado que se dará en la red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario